Las primeras semanas observé que tenía la posibilidad de trabajar en una organización que cree en las personas como base de la capacidad de generar cambio, en la que la más alta dirección reconoce que una organización la forman las personas y que para conseguir lo mejor de cada individuo se debe antes conocerlo.
El cambio más importante que he vivido es el trato de los directivos hacia no sus trabajadores, sino colaboradores. Se distinguen dos modelos de liderazgo representados por dos personas distintas.
Una de ellas es el director general, una persona entusiasta que se ilusiona con cada proyecto el que más. Además de poseer los conocimientos técnicos requeridos y dotes de organización sabe como transmitir sus ideas. Conoce a la perfección sus colaboradores y sabe cómo debe tratarlos individualmente para conseguir los objetivos de la organización. Otro punto fuerte es su capacidad de justificar un objetivo y los resultados que se derivan de su cumplimiento.
Todas estas capacidades permiten que los colaboradores se sientan seguros del trabajo que desarrollan día a día. Están convencidos de que las horas invertidas en cada tarea derivaran en un resultado.

No obstante, me disgusta decir, que existe gente que no entiende este estilo de liderazgo. Existen trabajadores que necesitan que se les impongan las tareas a realizar con unos plazos a cumplir, que no creen en la necesidad de trabajar paralelamente con otros departamentos. Que confunden el líder directivo con un jefe que no pega ni golpe. Este comportamiento por parte de algunos individuos en la organización, que no se implican, que no aportan opinión, que no se ilusionan con los nuevos proyectos, provoca la frustración del líder. No logro entender este comportamiento ya que no se corresponde con el estilo de la empresa. Si es cierto que algunas personas, en ver la relación que he logrado (que puedo dar mi opinión, que puede estar o no estar de acuerdo con alguna acción y lo puedo exponer sin repercusiones), se están animando y son más participativos dentro de la organización y consiguen incluso ilusionarse ante un nuevo proyecto. Están conociendo de nuevo a sus líderes y están reconsiderando sus opiniones acerca de ellos. Espero y deseo que esto se contagie a todos los nieles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario